“Métodos del Arteterapia” [IG Live: 2 de Mayo del 2020]

Introducción

Este texto lo comparto como aporte para cuidarnos mejor. Cuando cuidamos… ¿Quién cuida de nosotros? Los que cuidamos, estamos más expuestos y más vulnerables.

Taller de Autocuidado Emocional con Santiago Jácome [pionero del Psicodrama en Ecuador]

Ejercicio de Autocuidado [extraído de este taller]:

1. ¿Quién eres? ¿Quién eres tú?
2. ¿Cuál es tu dolor?
3. ¿Cuál es tu dificultad, tu sufrimiento?
4. ¿Qué has hecho con tus dolores, dificultades, con tus sufrimientos?
5. ¿Solamente has sufrido o también has crecido?
6. Tú que has hecho tanto por otros, ¿qué has hecho por ti y para ti?
7. ¿Tú eres lo que quieres ser o aquello que los otros quieren que tú seas?
8. ¿Sabías que no estás sola/o, que puedes contar conmigo y con esta comunidad?

Si quiero cambiar algo, tengo que tener consciencia de qué debo cambiar.

¿Qué hacer con esto que me está afectando?

Cuerpo: siempre es un buen indicador.

1. Trabajo serial en el Arteterapia

Texto: Serielles Arbeiten in de Kunsttherapie

Karolina Breindl 2003

Kunst & Therapie, Zeitschrift für bildnerische Therapien, 2/2003, págs. 39-47

Claude Monet [1840 -1926] y el arte del momento. Uno de los representantes más consecuentes del impresionismo francés. Poco ante de su muerte escribió: “Mi aporte fue que yo pinté directamente la naturaleza, intente traducir mis impresiones de sus efectos fugaces”.

Su tarea fue: la instantaneidad. Representar una situación, la instantaneidad de su impresión visual. En francés él lo nombra: “l’instantanèite”.

Por ejemplo en la obra “Mujeres en el jardín” de 1866/67 dejó que caben una zanja en el jardín para poder poner el lienzo de 2 metros 50 cm sobre ruedas y así posicionarlo a la altura deseada a cada momento.

 

 

 

 

 

 

En la serie de los Almiares (1890, Met Museum NY, Instituto de Arte de Minneapolis, Instituto de Arte de Chicago) Monet se decidió por el pintar simultáneo de dos o más vistas del mismo objeto. De acuerdo a el comportamiento cambiante de la luz, él cambiaba de una imagen a otra. La yuxtaposición de estas tomas momentáneas clarifica el fenómeno de la transformación de los objetos. “Todo cambia, incluso la piedra” dice Monet, a propósito de su serie de 20 lienzos de “la catedral de Rouen a la luz del sol” (1892-93, National Gallery of Art, Washington, DC). De esta serie mostró en la exposición de Durand –Rouel sólo 20 lienzos, pero pinto 50. Para clarificar la relatividad de cada momento presentó las imágenes como un conjunto. En su concepción del momento tiene acceso la espontaneidad a su producción artística. Su pincelada era corta y su duktus gestual. Pintó de forma dinámica y a manera de borrador.

El trabajo serial fue para Monet su método de trabajo. En el contexto en el que él vivió se pensaba que la realidad puede ser percibida sólo de manera fragmentaria y que sólo en la adición de perspectivas empíricas se podía llegar a una caracterización del objeto auténtico. La presentación en conjunto permitía una caracterización del objeto más compleja que no se podría lograr con una sola imagen. Se rompió la ilusión de la unidad de la imagen, se aceptó la imagen como fragmento de un momento vivido de manera subjetiva y se consideró la captura de una imagen como una fracción de un continuum de tiempo – espacio.

El trabajo en serie y la espontaneidad

En el Arteterapia, contrario a la expresión buscada en el Impresionismo, se busca la expresión y formulación de imágenes internas, que ya existen y que a partir de la creación espontánea se vuelven vitales.

Dibujar en secuencias o pintar en secuencias permite reducir las expectativas artísticas y las preocupaciones proyectadas sobre esta actividad. No se trata de pintar una imagen “correcta”, lo más importante es el proceso creativo y la vivencia durante este proceso. No se trata del resultado sino del acto de la producción de imágenes. Una imagen terminada estimula la próxima imagen – parecido a la manera en que se construyen nuevos pensamientos. El dibujo en serie funciona como un proveedor de impulsos para el pensar en imágenes. Cada imagen es como una astilla de pensamiento y así se prosiguen en el dibujo serial pensamiento tras pensamiento como las perlas de una cadena. Parecido al fluir de los pensamientos, el cliente entra en un flujo de imágenes.

En casos de depresión: “Mientras más baja el autocuidado, se fortalecen las reacciones y mecanismos, y mientras esto sucede se reduce el autoestima”. Desde Freud sabemos que en la depresión la ira y la agresión juegan un rol importante. Ya en la reacción normal a la tristeza que es la frustración, está la agresión incluída. Es la reacción normal a la decepción, a la pérdida, a la herida. La autoagresión también acompaña esta reacción primaria: reproches a uno mismo, acusaciones, autoacusaciones, en casos extremos rechazo a la comida, automutilación, hasta pensamiento suicidas.

Un tema que surja puede ser: el miedo a la propia fuerza. Que no se vaya hacia adentro como autoagresión, sino que salga y sea usada frente a otros. Es importante experimentar la agresión como destrucción, pero también como fuerza y vitalidad: la cara contraria a la depresión. En la creación yace el efecto sanador.

2. Dibujo de Formas

El dibujo de formas (de la edad media: ars lineandi) era un arte del grabado en piedra que practicaban los lombardos y los irlandeses

Este método artístico permite la conexión entre polaridades, la producción de un equilibrio que ayuda a fluir.

El estímulo debe de venir de adentro; volverse activo uno mismo, ya que ni la enfermedad ni la salud se experimentan o sufren de forma pasiva, son una producción activa del cuerpo, la vida y el alma

Entonces, existe una manera individual de superarlo y dar forma

Mediante el dibujo de formas se trata de conectar procesos que tocan, que mueven, que delimitan, que cambian, que ordenan espacio y relación

Así como las fuerzas de las imágenes de la naturaleza, también el hombre se encuentra en un proceso de formación constante

El dibujo de formas – que mediante el movimiento se convierten en formas vitales puede abrir camino a un proceso de formación

Proceso de formación, transformación, metamorfosis que tiene un efecto sobre el proceso interior propio de cada persona.

Objetivo

• Estimular las fuerzas internas del cliente
• El sentir las formas lleva a sentirse a sí mismos
• Ayuda a superar unilateralidades
• Activa la competencia de formar uno mismo
• Estabiliza el mundo interior mediante el reaccionar en la forma en la que se encuentra

Fuentes

Augstein, G., El dibujo de formas y la psicohigiene, 1997 (Tesis)

Baukus, P., Thies, J. (editor) Arteterapia, 2. Edición, 1997, Gustav Fischer

Martin, M., Qué es el antroposofía, 4. Edición 2000, editorial Oratio

Mueck, S., El dibujo de formas. Una forma terapéutica moderna, 1993 (tesis)

Kranich, E.M. (editor), El dibujo de formas. Desarrollo del sentido de la forma en la educación, 3. Edición 2000, editorial Freies Geistesleben

Kutzli, R., Desarrollo de las fuerzas creativas a través de el dibujo de formas vital. Capítulo 1-12, 4. Edición, editorial Oratio

Treichler, M., Arteterapia. Bases antropológicas, médicas y terapéuticas del Arteterapia, 1996, editorial Urachhaus Stuttgart

Dibujo de Formas, un catálogo

Disponible en: http://www.waldorflibrary.org/images/stories/articles/formdrawing.pdf

Las formas angulares están relacionadas al pensar, tienen una tendencia a despertarnos, incrementan la alerta y la concentración.

Las formas curvadas, por otro lado, llaman a las fuerzas inconscientes de la voluntad, tienen un efecto relajante. Por ejemplo: una clase puede estar más tranquila luego de dibujar líneas curvas.

Los diseños que combinan líneas rectas y curvas son más balanceados, se relacionan con el flujo y reflujo de los sentimientos. Una forma angular puede ayudar a un niño soñador a estar más alerta. Una forma con curvas gentiles ayudará a calmar a un niño conversón y sobreexcitado.

Diseños simétricos:

ofrecen balance

Sentimos la simetría derecha/izquierda en relación a nuestros cuerpos

Proyectamos nuestra experiencia interna al exterior

 

 

 

 

 

 

 

Stufen (Escalones) – Hermann Hesse

Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,
así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo surge toda sabiduría, toda virtud,
mas no les es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, en cada llamado,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animado y sin pudores,
a nuevos y distintos desafíos.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.
Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,
atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en una morada y en un ambiente, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.
Aún la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros…
¡Ea, pues, corazón, arriba! ¡Despídete y sana! 

El material en el Arteterapia

Kathke Petra: Sinn und Eigennsinn des Materials. Zwei Bände. Beltz Verlag, Weinheim, Basel, Berlin 2001

• Edith Kramer menciona a la línea como la primera representación visual simbólica que se origina en el desarrollo. Antes de que el niño pueda expresarse con color y barro, puede usar la línea. De los garabatos sin dirección hasta la producción de configuraciones controladas, la línea refleja el desarrollo de las habilidades motoras e intelectuales del niño. En ambas habilidades se trata de la experiencia con los límites y el logro de un orden.
• Aristóteles: “La materia anhela la forma, así como lo femenino lo masculino, y lo desagradable lo hermoso.
• El material puede ser icónico y puede ser un portador de información [Bandmann en Kemp, 1975]
• Mientras una imagen no posee un cuerpo, necesita un medio para corporizarse (Belting, 2001). La arteterapeuta inglesa Joy Schaverien habla de “embodiment”, corporización, cuando en el Arteterapia las imágenes internas encuentran una forma externa [Schaverien, 1987].
• ¿Cómo se generan imágenes internas y externas? La pregunta del origen de las representaciones internas y externas en imágenes ha ocupado a investigadores del arte y psicólogos de la mismo manera que a neurobiólogos. El psicoanalista David Beres describe al origen de la capacidad de simbolizar como un proceso de tres pasos: un estímulo externo, una percepción de la realidad externa tangible debe existir y ser acogidas por los sentidos; a partir de eso esta experiencia corporal y sensorial es guardada en la memoria y puede ser recuperada de la misma, sin que el estímulo externo esté presente. Beres llama a esta capacidad “representación mental”, la base de la simbolización, una capacidad que sólo los seres humanos poseen.
• Lo que podemos archivar de manera mental, que podemos representar mentalmente ha pasado, anteriormente, un proceso de transformación. Lo que percibimos del mundo exterior, lo que guardamos y recordamos es influído por nuestras expectativas, nuestros deseos y nuestros recuerdos [Beres, 1970]
• Por esto el material tiene un efecto variados. Böhme, 1994 dice: “la atmósfera que los materiales irradiant entra a nuestro estado de ánimo”.
• El carácter del material despierta la curiosidad del artista, porque está relacionado con una necesidad interna, generalmente inconsciente. Los materiales tiene un aura, a la cual el artista reacciona.

Las posibilidades peculiares del Arteterapia

Christine Mechler – Schönach

Artículo para el Manual de Psiquiatría: Förstl/ Martius/ von Spreti 2005

• La posibilidad de la expresión: la expresión no censuradas. Benedetti define la enfermedad como “discrepancia entre la vivencia interna y la posibilidad de expresión”.
• La posibilidad de la construcción de forma, símbolos, la formación del Yo: El arteterapia permite un distanciamiento, porque sobre el material se proyecta un acontecer psíquico. La actividad arteterapéutica tiene una dimensión de formación del yo. El origen de esto está en la teoría de Winnicott del espacio intermediario, que puede ser definido como un “espacio de posibilidad”. En este espacio se logran objetos transicionales.
• La posibilidad de visibilizar algo: El proceso de formación estética visibiliza cosas. Otros, nuevos aspectos de la personalidad se descubren y vuelven visibles. El lenguaje de la imagen permite acceso al inconsciente, a quizás nuevas experiencias de aprendizaje, de vida. La imagen/la obra se vuelve algo propio, una huella auténtica, un signo de individualidad e identidad. Permite un lugar para una necesidad básica del ser humano, mostrarse a su manera.
• La posibilidad de actuar a prueba: Las procesos creativos significan probar, descartar, arriesgar, requieren constantes tomas de decisiones. Sobre la hoja dibujarse un suelo, en el papel llenarse un deseo, a través del material “apropiarse del mundo”, probar acciones, con ellas definirse de manera nueva, ante uno mismo y ante el otro, todo esto no es sólo un reaccionar sino también una formación inédita. Todas las acciones con el material permiten una acción concreta y con ello un procesar representantivo de temas internos, con el chance de lograr una fuerza de superación simbólica, en lugar de quedarse en el rol de la víctima (Groddeck 2002, pág. 305). Neumann (1998, pág. 135) habla de un “espacio de exploración simbólica”, un lugar de comportamiento y experiencia “escondido”, Wellendorf habla de un “lugar de prueba” (1984, pág. 61). El actuar a prueba permite, al mismo tiempo, experiencias activadoras. El cliente experimenta un rol activo.
• La posibilidad de una nueva visión: Nuevas imágenes, otras imágenes, nuevas auto-imágenes se vuelven posibles, límites muy rígidos entre enfermo – sano, discapacitado – capaz, normal – anormal son sacudidos, evaluaciones y juicios convencionales se relajan o se vuelven frágiles (Hartwig, 2002). Nuevas deficiones en relación a enfermedad y salud, de diagnósticos estigmatizados son posibles en la definición “sobre eso que el hombre es capaz…. A partir de las posibilidades que carga en sí mismo” (Putz-Plecko, McGlynn 2000, pág. 68).
• La posibilidad de recordar: Los procesos creativos estético-sensoriales a partir del material abren en su correspondencia a las actividades de los primeros años de vida un acceso directo, un recuerdo de experiencias de la infancia, sobre todo experiencias pre-verbales, con todos los peligros que en ello yacen, así nos lo comprueban los nuevas comprensiones de la investigación de traumas (Hampe 2003, Lücke 2002. Estas experiencias, sin embargo, también albergan el chance del acceso a las fuerzas juguetonas y creativas, con las cuales nosotros de niños – en la interacción del pensar, sentir y hacer – nos apropiábamos del mundo.
• La posibilidad de una comunicación suplementaria: A partir del lenguaje visual se originan caminos complementarios de comunicación más allá del lenguaje hablado: “Cuando las palabras faltan, las imágenes hablan” (Schottenloher 1994). Justo ahí donde la expresión y la comprensión ha sido limitada gracias a un problema de desarrollo o salud, la comunicación a partir de una medio creativo permite un nivel nuevo y más profundo de comunicación.
• La posibilidad de una percepción ampliada y profundizada: Los procesos creativos posibilitan con su cualidad sensorial-estética una profundización de la percepción, un refinamiento de la sensibilidad, con esto también una ampliación de la visión o del campo de visión “acostumbrado”, posibilitan visiones cercanas y lejanas, un paso hacia atrás, entre otros. “Nuevas facetas de la mirada” (Menzen 2002, pág. 16) posibilitan nuevas perspectivas sobre crisis y enfermedad y su superación. A menudo, aparecen en las imágenes y creaciones caminos de solución para situaciones de conflicto, que en la revisión en conjunto se entienden (Schmeer 1994, Egger 1994, Burger 1999).
• La posibilidad de experimentar: Una amplia paleta de diversos sentimientos de vida es experimentada en el proceso creativo, en el espacio seguro del material, de la relación terapéutica. Se origina un espacio para experiencias emocionales correctivas, que fortalecen al sí mismo debilitado; lo restituyen.
• La posibilidad del descubrimiento y rastreo de recursos: El quehacer sensorial –estético, el actuar activo en la creación de imágenes se apoya sobre las fuerzas que ya están dadas, no sobre los déficits o la enfermedad. Sin importar el material escogido, la creación significa una experiencia activadora. Los arteterapeutas “estimulan procesos creativos en sus clientes, los cuales pueden tomar funciones que “el yo golpeado” no es capaz de asumir (Putz-Plecko, McGlynn 2000, pág. 63). En el Arteterapia se puede abrir una puerta a los propios impulsos y fuentes creativas, hacia las cuales, a menudo, no existe una conexión directa. Las fuerzas de curación propias se visibilizan y activan, la “capacidad de superación” – como contrapeso a las experiencias abrumadoras – puede ser fortalecida o desarrollado a posteriori [Limberg 1998, pág. 13].
• La posibilidad de entendimiento: El arte como una variante especial de la capacidad de entendimiento del hombre adquiere, en el contexto arteterapéutico, bajo la perspectiva de transmisora de compresión, una importancia central. Las posibilidades de entendimiento se dan tanto a partir de la formación de imágenes, como de los contenidos de las imágenes, como a partir del proceso de su origen y posibilitan procesos de aprendizaje amplios, en cuento a lo cognitivo y emocional. Las posibilidades arteterapéuticas resultan del potencial de las artes visuales, por lo tanto tienen un gran ancho de banda. Se mueven entre procesos liberadores, comunicativos, integradores hasta de orden y estructurantes y pueden ser procesos fortalecedores, apoyadoras y creadores de identidad.