¿Qué es lo que Ud. cree que es un recurso para Ud. y que todos tenemos? ¿Cuáles serán?

Piense ¿cuáles son los principales recursos que tenemos todos los seres humanos?

  1. La mente, todos tenemos una mente. El cuerpo. Esto representaría a la inteligencia.
  2. Los sentimientos.

La inteligencia y los sentimientos siempre están activos. Los sentimientos que me generan las acciones que emprendo cada día pueden ser: agradables y/o desagradables. No es fácil integrar el pensamiento y el sentimiento, el pensar y el sentir. Sería lo ideal.

De lo que vamos a hablar hoy es como podemos integrar estos dos recursos que tenemos. Podemos utilizar nuestra mente como una brújula mientras anulamos el sentimiento [ésta es una manera de actuar]. O, por otro lado le podemos dar primacía a la emoción a expensas de lo que nuestra cabeza no esté diciendo.

Los pensamientos se mueven de una manera veloz. Se dicen que diariamente generamos entre 50.000 y 70.000 pensamientos. Otros dicen que entre 40.000 y 60.000; quizás esto varía según la edad y capacidad que tengamos, pero lo que es seguro es que todos generamos pensamientos. Entonces los pensamientos son veloces y se atropellan, se traslapan y existen simultáneamente. Estos nos exigen, entonces, atención. El proceso de pensamiento es más rápido que un abrir y cerrar de ojos. Y en ocasiones son como un mono, saltan de un lado al otro. Debajo de estos pensamientos, en un pasaje muy sutil nuestro yace el sentimiento. No solemos darnos cuenta que cada pensamiento nos va a generar un sentimiento. Los sentimientos, por otro lado, son inseparables de las sensaciones físicas. Por eso, a las personas que están muy desconectadas de su cuerpo les va a costar conectarse con el sentimiento.

Existen sentimientos agradables, desagradables o neutros. Los sentimientos son muy tímidos y pueden permanecer en un segundo plano, donde nosotros no los tenemos como tan conscientes. Se necesita: tiempo, práctica y consciencia para poder conectarlos y permitirles que se manifiesten. Por eso, solemos dejarlos de lado. Mientras el pensamiento se agolpa uno encima del otro, el sentimiento funciona mucho más lento. Mucho antes de que el sentimiento pueda decir “ahí, es agradable o desagrable”, el pensamiento ya brincó a otro proceso [pensamiento].

Usualmente los pensamientos evalúan una situación y nos empujan a actuar antes de que los sentimientos nos hayan hecho su “presentación”.

Hay que ver este asunto de manera neutra, sin juicio, ni culpas. Vamos a aprender a distinguir nuestras tendencias sanas de las que no lo son.

Buscando la motivación correcta. Incluso cuando pienso que estoy ayudando a las personas esta ayuda está teñida de necesidades e interes ocultos.

Ud. se va a preguntar: ante esto que estoy buscando hacer o ayudar ¿cuál es mi motivación? [sería una muy buena pregunta]. ¿Busco reconocimiento? ¿quiero aparecer como la buena? ¿no quiero defraudas a los que están alrededor de mí? ¿quiero aparecer como la salvadora? ¿quiero ser la causa de la felicidad de otro? Aquí descubrimos que la motivación no es por el otro, es por mi. Ejemplo el que busca reconocimiento por poner a su hijo en la universidad más nice, soy yo “el papá”. Muchos veces el hijo no tiene la capacidad intelectual ni social para estar en esa Universidad. Dicen que el que es buen gallo en cualquier lado canta, pero el que realmente queda bien parado ante esa Universidad es el padre. A veces la motivación de meter a mi hijo en la “mejor universidad” no tiene que ver con mis hijos sino la imagen que yo voy a reflejar como padre a mi entorno.

Aquí vale la pena recalcar que una motivación positiva no necesariamente es la correcta, porque si meto a mis hijos en la Universidad más prestigiosa estoy pensando en la imagen que yo reflejo a los demás y esa no sería la motivación correcta en lo que concierne al hijo. Si hay una necesidad propia detrás de esta motivación de reconocimiento, de brillar, de ser el salvador, de “darle felicidad al otro” no es la motivación correcta.

Otro ejemplo: en muchas ocasiones cuando no tenemos claridad como padres no hacemos cosas que les suman a ellos pero que sí nos restan la culpa. Cuando veo [acá habla la terapeuta Alicia Soltero Medios en su programa de radio virtual] a padres incapaces de poner límites a sus hijos pienso ¿qué culpa estarán pagando no poniendo límites a sus hijos? Cuando me motiva la culpa, esa tampoco es la motivación correcta. Ahí no estoy pensando en el otro.

Si quisiera empezar por una motivación correcta esta podría ser no hacerle daño a nadie.

Escrito por:arteterapiaec

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