“Los niños hacen bien si pueden” Dr. Ross Greene Ph. D.
Casos del #TallerDeArteterapia: Niños explosivos
Observaciones:
- El comportamiento es una forma de comunicación.
- Un niño que está tan abrumado que arremete con violencia es un niño angustiado. No tiene la habilidad para manejar sus sentimientos y expresarlos de forma más madura. Puede que le falten habilidades verbales, o de control de impulsos, o de solución de problemas.
Necesidades:
- Los niños explosivos necesitan padres calmados y seguros.
- Los padres que son seguros, calmados y coherentes pueden tener mucho éxito en ayudar a los niños a desarrollar las habilidades que necesitan para regular su propia conducta.
- Es esencial recordar que los hijos aprenden a manejar sus sensaciones, emociones y las comprenden a través de sus cuidadores. En este sentido, como padre hay que ser modelo de manejo de emociones y dificultades para que este tipo de niños tenga referencia, la cual pueda imitar o a la cual pueda recurrir en momentos de necesidad de apoyo u orientación.
La capacidad de estima y valoración personal del niño también se construye a través de la relación con sus padres y cómo éstos gestionan su propia autoestima.
- La aceptación del niño tal como es y sin condiciones aumenta la confianza en sí mismo y en su valía personal. Esto presupone la aceptación incondicional de uno mismo como padre: con sus logros, así como con sus desafíos.
Posibles estrategias parentales:
- Buscar soluciones realistas, mutuamente satisfactorias.
- Con ayuda del “Plan Proactivo” [buscar en página web: https://www.livesinthebalance.org/]: ver dificultades con más precisión, con más compasión.
- Es importante que relación entre padres e hijos se base en la comunicación y el respeto mutuo.
- Elogiar el comportamiento adecuado.
- En momentos de calma comunicar SENTIMIENTOS y buscar SOLUCIONES antes que se intensifiquen estallidos.
- Evitar desencadenantes, detonantes de comportamiento volátil, identificarlos [Ej.: invasión (así percibida) del espacio personal].